Introducción
La ciencia tiene un carácter universal y su influencia se extiende a todos los campos de la sociedad. Sin embargo, a pesar de que se ha convertido prácticamente en parte de nuestra cultura, a la mayoría les resulta difícil definir qué es exactamente la ciencia. Es por ello que en el presente artículo se intentará abordar varios conceptos utilizados para definir la ciencia así como sus clasificaciones.
A partir de lo anterior el contenido del artículo está estructurado de la siguiente forma. El primer punto aborda varias definiciones sobre la ciencia. El punto dos por su parte incluye los dos grupos en el que mayormente es dividida la ciencia (ciencias formales y ciencias fácticas) y se agregan además otras clasificaciones. El tercer y último punto de forma general habla sobre las funciones de la ciencia.
Destacar que en cada punto se introducen las distintas visiones y concepciones que con relación a la ciencia tienen varios autores vinculados al estudio de la actividad científica.
1. Conceptos
La ciencia puede considerarse como un sistema históricamente formado de conocimientos ordenados, cuya veracidad se comprueba y puntualiza constantemente en el curso de la práctica social.
Mario Bunge, por su parte la define como:
”(…) un creciente cuerpo de ideas (…), que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible.” (1)
Otra visión, similar a la anterior es la propuesta por Mario Heller:
“Cuando se habla de ciencia se hace referencia a un conocimiento. Es decir, a un cuerpo de ideas. A veces se confunde la tarea necesaria para producir esos conocimientos con los conocimientos mismos de éstos en tanto resultado de esa tarea. Hay que diferenciar, entonces, la investigación científica del conocimiento científico. La primera constituye la actividad productora del segundo.” (2)
Por otra parte Esther Díaz introduce su concepción de la ciencia haciendo referencia a los sectores de la comunidad científica:
”(…) ciencia es un término de mucho mayor alcance que conocimiento científico. El conocimiento científico, entonces, forma parte de la ciencia. (…) la ciencia (…) comprende también las instituciones gubernamentales y privadas que invierten en investigación científico-tecnológica, las universidades e institutos de investigación, las editoriales de temas científicos y, por supuesto, la comunidad científica, que está constituida por investigadores, editores, periodistas especializados, divulgadores científicos, docentes, alumnos, técnicos, metodólogos y epistemólogos.” (3)
William Good y Paul Hatt incluyen el método como parte de la definición de ciencia:
”(…) un método de acercamiento a todo el mundo empírico, es decir, al mundo que es susceptible de ser sometido a experiencia por el hombre.” (4)
Por último, Mario Bunge teniendo en cuenta diferentes aspectos de la ciencia agrega:
“La ciencia como actividad -como investigación- pertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología. (…) la ciencia (…) es como una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica).” (5)
En dependencia de cómo se analice la ciencia esta puede tener varias definiciones: la ciencia como conocimiento, la ciencia como actividad y la ciencia como actividad productora de nuevas ideas.
Entre otras concepciones de ciencia se pueden citar:
Es el conjunto de conocimientos racionalmente relacionados con el fin de alcanzar la verdad. El ideal de la ciencia es llegar a conocer y explicarlo todo.
Conjunto sistemático de conocimientos sobre la realidad observable, obtenidos mediante método científico.
2. Clasificación
Existen varias clasificaciones de ciencias planteadas por diferentes autores, sin embargo, la mayoría la dividen en formales (o ideales) y fácticas (o materiales). Esta división tiene en cuenta el tema u objeto de estudio, el enunciado que se proponen establecer y el método por el cual se ponen a prueba los enunciados verificables.
Las ciencias formales se ocupan del estudio de entes ideales; estos solo existen en la mente humana, es decir, no tienen existencia real. Las ciencias fácticas por su parte tienen como objeto de estudio las cosas, los procesos, los hechos y los objetos.
Por otra parte, los enunciados propuestos por las ciencias formales consisten en relaciones entre signos o entes ideales, mientras que los enunciados de las ciencias fácticas se refieren, en gran medida, a entes extracientíficos: a sucesos y procesos.
Con relación a los métodos, mientras que con la lógica es suficiente para las ciencias formales demostrar sus teoremas, esto no es suficiente en las ciencias fácticas, pues la lógica es necesaria pero no suficiente ya que necesitan contrastar sus hipótesis con la realidad objetiva para verificar que los enunciados se comprueban en la realidad.
Autores como Mario Heller, Mario Bunge, Pardo y Esther Díaz de forma general describen la misma clasificación salvo algunas distinciones, por ejemplo:
Heller adiciona una clasificación entre ciencia pura y ciencia aplicada:
“Se puede distinguir en consecuencia un nivel teórico y un nivel práctico en las ciencias. Esto permite también hablar de ciencia pura cuando la investigación se plantea sólo problemas teóricos, es decir, intenta dar cuenta y explicar la realidad independientemente de su aplicación. Así como de ciencia aplicada en tanto se estudian, en base a elementos de la ciencia pura, problemas prácticos(…)”. (6)
Pardo por su parte describe cada elemento que se tiene en cuenta para clasificar las ciencias:
“Cuando se trata de clasificar las ciencias se acostumbra a tomar como referencia cuatro criterios: el objeto de estudio, los métodos, la clase de enunciados y el tipo de verdad.
Al hablar de objeto de estudio, nos referimos al sector o ámbito de la realidad estudiada (los seres vivos para la biología, o el movimiento de los cuerpos celestes para la astronomía, por dar solo algunos ejemplos). Los métodos se relacionan con los distintos procedimientos, tanto para el logro de conocimientos como para su justificación y puesta a prueba. El tipo de enunciados alude a la diferencia entre proposiciones analíticas o formales, vale decir, aquellas vacías de contenido, y sintéticas, a saber, las que se refieren de algún modo a sucesos o procesos fácticos. Finalmente, acerca del criterio referido al tipo de verdad involucrado en estos enunciados, diremos que mientras a los primeros les corresponde una verdad necesaria y formal, relacionada con la coherencia lógica, en el caso de los segundos su verdad será contingente y fáctica, dependiente de su verificación empírica.”
“Las ciencias formales son la matemática y la lógica, pues su objeto de estudio se caracteriza porque sólo tiene existencia ideal, no existe en la realidad espacio-temporal: (…) los signos [de la matemática y de la lógica] no refieren a una realidad extralingüística, sino que [están] vacíos de contenido.(…) las ciencias fácticas [como] la física y la química informan acerca de la realidad extralingüística (…) tienen como objeto de estudio entes materiales y se refieren (…) a la realidad empírica.” (7)
De la misma forma, Pardo, diferencia las ciencias naturales y sociales dentro de las ciencias fácticas:
”(…)Tal distinción pretende fundarse en diferencias en cuanto al objeto de estudio (la naturaleza o el hombre, respectivamente) y, sobre todo, acerca del tipo de conocimiento involucrado en ellas. (…) hay quienes descalifican la cientificidad de las ciencias sociales al argumentar que ellas nunca pueden alcanzar metodológicamente la “objetividad” de las naturales, dando por sentado, desde ya, que esta propiedad queda acotada la posible y rigurosa aplicación del método de las ciencias naturales, y reduciendo, de modo hiperpositivista, verdad y racionalidad a método.” (8)
Esther Díaz introduce otra clasificación entre ciencias débiles y fuertes, y entre ciencias duras y blandas:
“A las ciencias sociales se las suele catalogar como “débiles” epistemológicamente, y a la biología y a algunos desarrollos posnewtonianos de la física, así como a ciertos aspectos de la química, se los denomina “semidébiles”. En oposición a esto, la física-matemática es llamada “fuerte”, entre otras cosas, porque sus proposiciones son formalizables y corroborables con la experiencia: es decir que cuentan con respaldos epistemológicos fuertes o positivos. También en este sentido se le dice “ciencias duras” a las naturales y “blandas” a las sociales.” (9)
Otras definiciones de ciencias formales y fácticas son las siguientes:
Ciencias formales: Se abocan al estudio de los aspectos no tangibles, etéreos, simbólicos, propios de la razón e imaginación cuya finalidad es identificar las propuestas derivadas del pensamiento humano.
Ciencias fácticas o factuales: Concentran su atención en la realidad material, objetiva, tangible, en suma en el universo en que vivimos, y esa atención involucra especialmente la utilización de los sentidos para la aprehensión de la realidad. Estas las dividen así mismo, en ciencias naturales y sociales, las primeras comprenden todos los objetos más o menos estables, pasivos, no racionales: flora y fauna, mineral y vegetal, terrenal y sideral.
3. Funciones de la ciencia
El hombre no científico, el práctico, generalmente considera a la ciencia como una actividad o disciplina destinada a lograr el avance y el mejoramiento de las cosas. Algunos científicos se suman a esta posición también.
Muestra de ello es el punto de vista de Fred Kerlinger sobre la función de la ciencia en su obra “Investigación del Comportamiento”:
“Hacer descubrimientos, conocer los hechos y avanzar en el conocimiento para mejorar las cosas.”
Otro enfoque diferente es cuando el mismo autor afirma que la función de la ciencia:
“Es establecer leyes generales que refieren la manera en que se dan los eventos u objetos empíricos que le conciernen, capacitándonos así para relacionar nuestros conocimientos de los hechos conocidos por separado y para hacer predicciones confiables de eventos aún desconocidos.”
De forma general se puede afirmar que la función de la ciencia es solucionar problemas científicos mediante la explicación e interpretación objetiva de hechos, procesos y fenómenos naturales, sociales, psicológicos, técnicos en el medio en que existe el hombre (construcción de ideas científicas en forma de hipótesis, conceptos y teorías).
Conclusiones
Con el fin de esclarecer y reflejar una idea de qué es exactamente la ciencia, en el artículo se abordaron varias definiciones sobre la ciencia y se analizaron además otros aspectos como su función y sus clasificaciones.
Con respecto a la definición no existe una uniformidad de criterios, pues se pudo constatar cómo difieren los conceptos emitidos por varios autores. No obstante, en relación a la clasificación de la ciencia, aunque algunos autores agregan nuevas clasificaciones, la gran mayoría coincide con la división en ciencias formales y fácticas.
Bibliografía
BUNGE, Mario. La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires. Ediciones Siglo Veinte, 1996.
BUNGE, Mario. La investigación científica. Su estrategia y su filosofía. México, 2000.
PISCITELLI, Alejandro. Ciencia en movimiento. La construcción social de los hechos científicos. Buenos Aires, 1993. Editorial C.E.A.L.
DIAZ, Esther. Hacia una visión crítica de la ciencia. Buenos Aires. Biblos, 1992.
DIAZ, Esther. Metodología de las ciencias sociales. Buenos Aires. Biblos, 1997. GOODE, William y HATT, Paul. - I -
GUTIERREZ PANTOJA, Gabriel. Metodología de las ciencias sociales. México, Editorial Renoveau, 1996.
TAFUR PORTILLA, Raúl. Introducción a la investigación científica. Perú, Editorial Mantaro, 1994.